La delicada ligereza de la seda y la refinada manufactura del encaje macramé. Una pureza evanescente en el blanco perlado que se esconde en las aromas de la naturaleza. Una atmósfera nostálgica y poética, casi de cuento, para un otoño dedicado al despertar de la belleza.
Foto: Silvia Piva
Vestido: La Perla